La descomposición del color y la forma es la particularidad más sensible de esta serie, con un objetivo claro de desintegración voluntaria de la imaginación más profunda.
En “Explosión aérea de color” las formas aparecen en un plano inferior para ir formándose en su ascenso. En el resto de las obras de esta serie sucede básicamente el mismo proceso. Es decir, las formas nacen en un plano inferior y van desarrollándose a medida que ascienden. En la última obra de la serie, las formas se encuentran ya en un plano superior y simplemente están por ellas mismas.