Ese buscar lo ideal intentando eliminar lo que vemos, me llevó directamente a crear la serie PAREDES ROTAS, en la que rechazamos lo real, lo rompemos, no lo aceptamos. Utilizo una técnica distinta con nuevos materiales. Necesitaba expresar el concepto de ruptura y tenía que romper con parte de las técnicas anteriormente utilizadas.
A través de toda esta evolución, he descubierto caminos que no me imaginaba cuando comencé este viaje; comprendiendo que la expresión del sentir es lo fundamental en una obra.
He pretendido no dictar al espectador una determinada imagen, no obligarle a ver algo determinado, sino, al contrario, dejar que su mente viaje por el mundo del sentimiento y que sus ojos sientan lo que están viendo.
Ese ha sido el objetivo. Crear una pintura de “librepensamiento” no sujeta a la dictadura férrea de la realidad. El camino a partir de este punto es difícil y correoso.